El valor del sonido en una producción audiovisual y cómo tratarlo correctamente
Los técnicos de sonido están presentes en casi todo el proceso de una producción audiovisual. Durante la postproducción de una película o cualquier tipo de obra audiovisual es donde más tiempo pasan editando y manipulando el sonido para encontrar el equilibrio perfecto para la banda sonora. En este post os hablaremos de las pautas a seguir cuando se trata el sonido durante la postproducción y cuál es el objetivo de los técnicos de sonido en estos casos.
El técnico de sonido de un estudio cinematográfico, se enfrenta continuamente a numerosos retos durante una producción. Desde la captura del sonido durante el rodaje y la posterior edición y mezcla del mismo, el sonido juega un papel trascendental en cualquier película, vídeo, serie o anuncio. Sin embargo, la dificultad de capturar físicamente el sonido y aprovecharlo al máximo para reforzar la idea del proyecto, genera a menudo muchos inconvenientes.
No solo la música, sino también los diálogos, los efectos de sonido e incluso los silencios juegan un papel muy importante en una producción, tanto que a veces parecen un personaje más de la trama. En "Un lugar tranquilo" se aprecia ese uso magistral del sonido para crear tensión, por ejemplo. En este post os daremos algunos consejos para tratar el sonido de la mejor manera posible para crear un equilibrio perfecto en la banda sonora de una producción.
Dos conceptos que se trabajan mucho en el sonido del audiovisual es el volumen y el loudness. La traducción suele ser la misma aunque hay un pequeña diferencia entre ellos y es que mientras el volumen es el sonido como unidad medida en decibélios, el loudness es el sonido físico como se percibe con todos los factores de ruido y rango de frecuencias que lo acompañan.
En una pista master de audio de una película el volumen se representa en una escala de decibélios cuyo máximo es 0 y significa que ese es el punto hasta el que el volumen de la pista puede llegar sin dar errores de clipping. Ocurre lo mismo en la música, los diálogos, las voces en off...
En publicidad es muy común buscar el punto más alto de volumen para la música porque según estudios, la música alta y muy comprimida se percibe como algo bueno. Por eso, en el círculo mainstream de la industria musical encontramos canciones con mucha compresión y volumen elevado, casi sin nada de dinámica.
En una producción audiovisual, el objetivo del técnico de sonido es buscar el equilibrio de todos los elementos (grabados en el rodaje, en estudio o que provengan de otra fuente) de modo que acompañen al desarrollo de la historia o la sintonía con la idea fundamental del proyecto. Pero, los sonidos que tienen distinta procedencia, también pueden tener diferentes características y suele suponer un problema para los técnicos de sonido.
El sonido de la película debe oscilar como una onda que enfatice la acción que se ve en pantalla. En los momentos que en la acción sea más lenta, la música también será más tranquila y al contrario. Esto es básico, pero como en cualquier arte, existen excepciones y entra en juego la creatividad y la subjetividad del técnico. Siempre por debajo del límite de 0 dBs, se pueden realizar numerosos cambios en las pistas atendiendo al género de la película, por ejemplo, y hacer cambios y transiciones suaves para crear una mezcla homogénea.
Una buena herramienta para crear ese dinamismo que acompaña a la acción son los fades del sonido o las transiciones. A la hora de mezclar, no se unen unas pistas con otras tal cual, si no que oscilan entre ellas, subiendo y bajando junto con la acción como una respiración. Las transiciones ayudan a cambiar de mood durante el transcurso de la acción, por ejemplo para pasar de una escena con mucho movimiento o acciones a la vez a pasajes más lentos.
Lo ideal es ver la película como un todo y buscar la cohesión de las ideas según las necesidades del proyecto. Para encontrar el dinamismo necesario para acompañar la acción y los cambios de ritmo, se pueden repetir secciones musicales o crear loops durante unos segundos, por ejemplo. Las repeticiones son útiles en ocasiones pero no se debe abusar de ellas, de hecho, utilizar una pieza musical diferente o solo unos segundos de ella, puede darle a esa escena un tono diferente y más acorde al mensaje que se quiere transmitir.
Por último, la importancia del silencio en el cine es crucial porque puede ser una herramienta muy poderosa para sustentar la acción y la dinámica del ritmo escénico. El buen criterio del técnico de sonido hace que su elección para los momentos de silencio de la obra sean muy importantes de cara al resultado final.
En este vídeo se dan algunos consejos interesantes para tener en cuenta a la hora de editar el sonido en Adobe Premiere para los productos audiovisuales en general.