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Stem Mastering. La masterización en capas

El Stem Mastering se ha convertido en un proceso muy utilizado por el técnico de sonido, el ingeniero de mastering y hasta en la producción musical. Esta forma de trabajar el mastering se ha extendido rápidamente por las ventajas que ofrece en casos concretos y las mejoras que se pueden aplicar a la mezcla en lo referente a limpieza del sonido. En este artículo os contamos algunas de las ventajas y usos más comunes del stem mastering.

El Stem Mastering es un término que se ha empezado a utilizar en el mundo de la Producción Musical, mezcla y mastering muy recientemente. Como tal, es un proceso con algunas ventajas en ciertos casos concretos y mezclas con características específicas, por eso, es preferible usarlo en esos momentos que las prácticas convencionales de mastering.

Antes de la era digital, el mastering era esencialmente transferir la grabación del analógico a un disco para su reproducción y distribución. Entonces, los encargados de este proceso usaban la ecualización para que sonara correctamente el vinilo, hasta que las nuevas formas digitales de producción, mezcla y mastering se introdujeron en la industria.

La masterización como la conocemos, consiste en mejorar el sonido por medio de la ecualización, la compresión y el procesamiento de señal. El Stem Mastering nace de este proceso con algunas modificaciones y ventajas.

Los stems son los grupos de instrumentos pregrabados y agrupados que luego el técnico de sonido o ingeniero de mastering utilizará para crear el master final. Por ejemplo, es común agrupar los instrumentos y las voces por otro lado, aunque también se pueden hacer más grupos como baterías, bajos, voces principales y coros.

Así, el proceso de mastering tiene un control más completo de los stems y cómo interactúan entre ellos. Puede parecer como el proceso tradicional de mastering pero a veces el técnico de sonido considera que puede mejorar aun más la mezcla si puede trabajar el sonido por grupos.

Existen varias formas de trabajar el stem mastering. Basado en la frecuencia, por ejemplo, es una buena forma de crear espacio entre los instrumentos. Es la mejor manera de diferenciar las frecuencias más bajas de las voces con el bombo y el bajo para que no haya conflicto entre ellos.

Con el stem mastering esto es más sencillo de ejecutar, al trabajar frecuencias más aisladas y no queremos tocar otros instrumentos.

Otra manera de hacer el stem mastering es basado en las dinámicas, ideal cuando tenemos stems de voces e instrumentos por separado. Las dinámicas se trabajan con compresores, habiendo plugins muy variados como el Tube-Tech CL 1B. Con él, se pueden colorear muy bien las voces dándoles naturalidad y comprimiéndolas con eficacia.

Basado en el espacio, es decir, el estéreo, es la forma más específica de trabajar el sentido del espacio en la mezcla y dónde suena cada instrumento. También podemos darle amplitud a ciertas partes cuando queremos que ocupen un espacio mayor, que es lo que suele pasar con las voces principales para que llamen más la atención.

En definitiva, si decides usar stems para masterizar, vale la pena considerar cómo quieres trabajar los efectos de base temporal, osea, el reverb y el delay. Lo ideal es que dentro del stem estén incluídos todos estos efectos y sin dithering. Este proceso te dará flexibilidad en el mastering y dependiendo del objetivo de tu producción puede beneficiarte enormemente, ya que la calidad es lo más importante aquí.